Un blog. ¿Por qué? No creo tener un argumento definitivo que despeje todas las dudas. Suele suceder casi siempre que se formula una pregunta, la respuesta no satisface de manera completa. Es obvio que uno se inicia en esta clase de aventuras porque cree tener algo que decir. Y con una primera intención de ser siempre sincero...
Tiene gracia. Hablar de sinceridad sintiéndome un farsante. Todo el mundo tiene un blog. Todo el mundo tiene una opinión. ¡Cómo no! Acaso valgan todas las opiniones lo mismo. Tanta razón tiene aquel que dice haber visto a dios como el que afirma que dos más dos son cuatro. He aquí la primera gran falacia. Tener una opinión no equivale en modo alguno a tener razón sobre nada. No todas las opiniones son igual de respetables por muy tolerantes que queramos ser. ¡Ah! Para los que dicen que todo es relativo, les diré que sí, que así es. Todo refiere a un contexto concreto.
No creo en este universo democrático de opiniones libres. Y aquí estoy yo. Supongo que en cierto modo me creo distinto, en cierto modo me creo mejor. Tendré que asumir que soy arrogante. Bien es cierto que nunca me tuve por modesto. Pero que nadie se frote las manos, no esde mi calidad como ser humano de lo que hablo. Tan sólo me refiero al decir, y en cuanto a esto, me niego a contribuir al papanatismo imperante de lo políticamente correcto. Voy a poner en juego los valores en los que creo. No los enumeraré, irán apareciendo. Es por eso que mis errores, mis equivocaciones, mis meteduras de pata, mis ofensas, mis blasfemias y todos mis etc, no merecen disculpa ninguna. Soy el que soy, no me importa lo que interpreten. No pido ni doy respeto. Empezamos de cero. Que ya es algo...
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