Hace escasos días fue secuestrada la publicación de la revista "el jueves". Un juez muy diligente, advertido por un fiscal más diligente todavía, creyeron oportunos retirar de los lugares de venta ese número, pues en él se vejaba a la monarquía. Creían que la libertad de expresión no podía superponerse a los derechos que tiene la realeza en este país. El hecho real que motivó esa medida dictada, fue una caricatura en la que se ponía, de manera soez pero graciosa, a parir a la monarquía española y a una de las últimas medidas dispuestas por el gobierno para fomentar la natalidad. Durante unos cuantos días, la intelectualidad española se debatía en si se debía o no haber secuestrado la revista, a la que unánimente censuraron por aquel contenido que presentaron en su portada. Todos estaban de acuerdo en que la libertad de expresión no podía ser el vehículo desde el que se atropeyaran otros derechos tanta individuales como colectivos. Me extrañaba a mí que no hicieran piña todos en torno al derecho a la libertad de expresión, pero quién sabe, lo mismo el periodismo español se adentraba en un periodo de autocrítica. Aunque estando la monarquía de por medio, no debía yo de tener muchas esperanzas...
Y hete aquí que el tiempo no tardando nada nos dispone a todos ante una situación, cuanto menos controvertida. Una revista conocida por todos y de amplia difusión, decide publicar las fotos y la ficha de detención de una cantante famosa. Yo no sé si en una viñeta paródica se puede conculcar algún derecho de nadie, pues soy de los que cree que uno se puede reir de todo. Lo que sí sé es que en la actuación de esta revista no sólo se conculcan derechos, indviduales y colectivos, sino que además hay claros indicios de delito cometidos tanto por la revista como por el ministerio del interior, que es de quien depende la policía.
¿Cree alguien que algún fiscal puso sobre aviso a algún juez para que la dilegencia, fuera algo más que una película de John Ford? ¿Cree alguien que los medios de comunicación restantes censuraron la actuación de la revista? ¿Cree alguien que la intelectualidad española salió a defender la dignidad del ofendido?
La respuesta siempre es no. En este jodido país, cuando uno pregunta por la cordura, la sensatez o el sentido común, siempre acaba visitando algún cementerio. Hace mucho tiempo ya que cuando uno trata de abrir la boca para decir algo distinto, se encuentra con el buche lleno de mierda. El español abre la boca para tragar.
No tiene importancia alguna, pero decir que la persona menospreciada por todas las instancias públicas del país, es la otrora admirada cantante Isabel Pantoja. Yo le deseo que pase mucho tiempo en la carcel si se le demuestran los delitos de los que se le acusa. Pero la infamia cometida con ella publicando su ficha policial y las fotos de su paso por comisaría, nos deja a todos a la altura de... No diré que este país no puede caer más bajo, pues siempre lo hace y nunca me sorprende.
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