martes, 26 de mayo de 2009

Desengaño

Uno nunca termina de conocer a la gente de su entorno. Es evidente que es imposible caer simpático a todo el mundo. Y que al contrastar las opiniones con el otro pueden estar en polos opuestos. No creo que eso suponga ningún problema. Es así, y es bueno que así sea. Y lo que yo escribo en este blog, supongo que en más de una ocasión puede ser causa de malestar; aunque no sean muchos los que se pasen por aquí, ni yo sea el bloguero que mejor sepa fidelizar al personal que le visita.

Lo que me resulta sorprendente es que alguien de mi entorno, alguien que quizás pueda ser de mi familia, se haya valido del recurso del anónimato y de este lugar para dejar un comentario en el que atacarme de forma personal. Se escapa a mi comprensión. Sólo decirle que ha conseguido hacerme daño. Muchas gracias. Sobre todo porque ha conseguido que se adueñe de mí la duda sobre todos ellos.

En fin...

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