martes, 3 de marzo de 2009

El huevo del estornino

En el mundo animal se da un curioso fenómeno: Ciertas especies, para garantizar su supervivencia, depositan sus huevos (casi siempre sucede en especies ovíparas) en los nidos de otras especies. Y las más de las veces se comen los huevos de la madre adoptiva. También existe algún caso en que insertan los huevos dentro del cuerpo de la víctima, que sirve de despensa para las futuras crías...

La derecha española (y no sólo esta derecha) en su relación con la democracia tiene un modo de actuar muy semejante a la de esas especies animales. No son ni depredadores ni carroñeros. Tampoco se trata de una simbiosis, aunque el beneficiado trate de presentarlo de tal modo...

El otro día, alguien me comentaba que la democracia española era heredera del franquismo. Esta idea es la que subyacía en las posiciones de los adeptos al régimen y que querían seguir teniendo relevancia política en los nuevos tiempos. Esta afirmación, más allá de ser cierta o no, supone una deslegitimación absoluta de la propia Constitución. Y lo verdaderamente terrible es que la corriente de opinión que cree que esta afirmación es cierta, es abrumadoramente mayoritaria. Culpables son muchos. Y tal vez en otro momento tenga ganas de señalarlos. Pero el mal está hecho. Las generaciones más jóvenes tienen una idea distorsionada de la sucesión de los hechos, de la relación entre los diferentes actores, y de las motivaciones de todos ellos.

Podría decir que no se debe permitir que..., que se ha de insistir en..., que... En los puntos supensivos van todas esos conceptos en los que permanecen encorsetados los "clásicos "de la izquierda. Esos, que luego siempre se decepcionan de los resultados en el corto plazo, que terminan volviéndose abstencionistas en los mejores de los casos, reaccionarios del pragmatismo económico ultraliberal en la mayoría del resto. La solución es darle al ciudadano un contrato real mientras no entienda de compromisos. La izquierda no puede seguir decepcionando eternamente. No puede someterse a los designios de los sondeos de cada minuto. La derecha, es siempre recalcitrante. No se puede esperar nada de ella. No hay que darles nada. ¿Excepciones? Haberlas haylas que dirían los siempre "conservadores" gallegos. No se puede olvidar que en el germen de la derecha, que en el genoma de su ideario, está la negación del progreso y la libertad del ser humano (porque entienden que sólo son libres ellos); está el mantenimiento de las desigualdades sociales y fundamento de las razones de las mismas. No son demócratas. No lo son por más pieles de cordero que se pongan.

Estoy harto. Harto y cansado de ver la evolución de los acontecimientos políticos. Harto de escuchar sandeces y mentiras con absoluta impunidad. Cansado de ver como desaparece el espíritu crítico en el ciudadano, de como este acepta, asume y asimila todas las sandeces y mentiras que le vienen desde la derecha. Acepta como propios los huevos ajenos. Es mucho más doloroso que sea así, por las "buenas". Ya no sólo ganan por cojones...

1 comentario:

Alvaro G. Loayza dijo...

Iñaki, chequea tu mail, y por cierto aquí tenemos el boro que es uno de esos bichos que te dejan los huevos bajo la piel como niguas, unos plastas de cojones.

Un abrazo!!!!